Las Mujeres y el Deporte

Las Mujeres y el Deporte

El numero de mujeres deportista aumento de forma drástica en las ultimas 4 décadas. En 1972 solo 1 de cada 27 mujeres jugaba algún deporte durante el bachillerato, esto se traduce en solo 294,000 mujeres en contraste con 4 millones de hombres. 25 años después 1 en cada 3 mujeres jugaba en el deporte a nivel bachillerato comparado con 1 de cada 2 hombres, en traducción 2.86 millones de hombres y 2.68 millones de mujeres.

El aumento dramático del numero de mujeres que practican deporte comenzó en 1972 con la aprobación de la ley “Titulo IX” una ley federal norteamericana antidiscriminación la cual mandaba no discriminación y acceso completo a programas de admisión universitaria y tratamientos derivados de programas de educción federal, en donde se incluían programas extracurriculares como los deportes.

El “Acto sobre deporte Amateur” en 1978 prohibía la discriminación con base al genero, raza y habilidad física. Gracias a este acto actualmente existen arriba de 55 millones de mujeres en edad escolar en los Estados Unidos que practican algún deporte.

En los últimos años ha ocurrido un cambio en el estereotipo femenino. A las mujeres se les permite ser más fuertes, más competitivas y verse más “atléticas”.  Investigaciones han demostrado benéficos psicológicos, sociológicos y fisiológicos en atletas femeninas en contraste con las sedentarias.

A través de los años han aparecido nuevos problemas en las atletas mujeres relacionados con su nivel deportivo, un ejemplo son la discriminación, lesiones, uso de suplementación y drogas que mejoran la actividad deportiva o modifican el metabolismo y desordenes alimenticios entre otros.

Triada de la Mujer Deportista.

En 1992 durante la reunión del Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) determino este termino con base a un fenómeno de reciente aparición en las deportistas: Anorexia, Osteoporosis, amenorrea (falta de la menstruación), esto fue observado principalmente en los deportes en los cuales la figura femenina y la estética corporal juegan un papel importante como en ballet y la gimnasia por mencionar algunos.

Dentro de las patologías más comunes en las atletas tenemos los siguientes:

1. Anorexia Nervosa: Se rehúsa a mantener el mínimo normal de peso corporal (generalmente se encuentran un 15% por debajo de lo esperado), miedo intenso a ganar peso, alteraciones en la percepción del tamaño corporal, ausencia de mas de 3 ciclos menstruales, manos pálidas y frías, resequedad de cabello, mareos frecuentes, falta de concentración, bradicardia (< de 60 latidos cardiacos por minuto).

2. Bulimia: Episodios repetitivos de atracones de comida, generalmente son cantidad de comida abundantes en un periodo muy corto de tiempo, perdida del sentido y control sobre la ingesta de alimentos, uso de conductas inadecuadas compensatorias como el autoinducirse el vomito, laxantes, diuréticos, enemas, medicamentos, ayuno prolongado y exceso de ejercicio. Atracones al menos 2 veces por semana durante 3 meses. Generalmente presentan irregularidades menstruales cicatrices en manos, garganta irritada, dolor abdominal y perdida del esmalte dental en los casos que el vomito es frecuente.

3. Amenorrea: Se divide en 3 tipos. Amenorrea primaria: no ha habido menstruación hacia los 14 años de edad. Amenorrea secundaria: perdida de la menstruación con antecedente de haber menstruado en al menos una ocasión previa. Amenorrea en la atleta: No es un signo aceptable en la población deportista ya que es debido a un desbalance energético y estructural del organismo.

4. Osteoporosis: Afecta a una de cada 2 mujeres. Generalmente se asocia a la perdida de mineralización ósea de forma prematura posterior a la menopausia. Se sabe que la mayor fortaleza ósea en las mujeres ocurre entre los 18 y 30 años de edad. Los 4 factores más importantes que afecta la masa ósea son: la edad, genética, alimentación y el ejercicio con un énfasis positivo en los ejercicios en donde existen cargas como por ejemplo el trote y las pesas.

En pocas palabras podemos decir que las hormonas femeninas ayudan a que el calcio sea absorbido hacia los huesos. Por lo cual la salud de los huesos no solo depende de una dieta rica en calcio si no también hay que saber los niveles hormonales que ayudan a la fijación del calcio en los huesos.

No podemos generalizar un tratamiento. Siempre es mejor acudir con el medico del deporte para poder llegar a un diagnostico acertado y un tratamiento a la medida para cada situación.

Dr. Wajid Burad

Especialista en Medicina del Deporte

Olympia Medicina integral del deporte

(998) 884 02 85 y 884 12 29

medicinadeportiva@live.com

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Hormonas Anabólicas y Entrenamiento

Hormonas Anabólicas y Entrenamiento

El entrenamiento genera un desequilibrio químico que debe ser compensado por nuestro organismo. Las hormonas desempeñarán un importante papel dentro del metabolismo energético, ayudarán a mantener el equilibrio interno y tendrán un actividad intensa en la biosíntesis de proteinas y masa muscular.

Testosterona

 La testosterona, hormona sexual de primer orden es la encargada de aportar los caracteres sexuales masculinos.  Es sintetizada a partir del Colesterol. El 97% de la testosterona viaja por la sangre unida a proteínas. En la próstata y en otros tejidos especializados la testosterona se convierte en su variedad fisiológicamente activa llamada dihidrotestosterona.

La Testosterona un papel fundamental como agente de metabolización Proteica. Es la responsable del crecimiento muscular y de la recuperación plástica post – entrenamiento. Cuando realizamos un entrenamiento con sobrecarga, estamos buscando fundamentalmente resultados sobre nuestra masa muscular. Estos efectos serán notorios si nos aseguramos que la concentración de la testosterona en sangre sea la adecuada.

Diversos estudios han demostrado que los ejercicios intensos aumentan la concentración plasmática de testosterona.

Estos ejercicios debe ser poliarticular y en preferencia dinámico.

En teoría esto es lo que ocurre al entrenar: durante los primeros minutos después de iniciado un entrenamiento de características intensas, nuestra concentración sanguínea de testosterona comienza a crecer hasta alcanzar un pico máximo entre los 30 y 40 minutos de comenzado el trabajo, luego la misma comienza a descender hasta alcanzar valores desfavorables para el entrenamiento después de 90 min.

En conclusión. Los entrenamientos con sobrecarga son inútiles si se extienden más allá de 90 minutos, los entrenamientos deben ser cortos e intensos, La fatiga nerviosa juega otro punto a favor de este planteo, resulta muy difícil mantener una intensidad considerable mas allá de 90 min.

En el alto nivel deportivo el trabajo diario que es necesario realizar excede normalmente los 90 min. Luego de realizada la primera sesión, un descanso de 1 hora aproximadamente recompondrá los valores de concentración sanguínea de testosterona y nuevamente estaríamos en condiciones de realizar una nueva sesión de entrenamiento.

En resumen el primer ejercicio del plan, debe ser dinámico e integrador, para que active la mayor cantidad posible de unidades motoras y propicie el aumento de la concentración hormonal. El segundo y tercer ejercicio serán aquellos que consideramos fundamentales para esta sesión de entrenamiento.

Los niveles mas altos de testosterona se alcanzan por la mañana, por lo que se recomiendan los entrenamientos matinales para el desarrollo de la fuerza y la potencia.

Duerman bien, entrenen por la mañana, acompañados de un buen programa de nutrición para mejores resultados.

Atte.

Olympia Medicina Integral del Deporte

Fracturas por stress

Fracturas por stress

El tejido óseo o hueso es visco elástico a diferencia de la creencia general de que es rígido. La viscoelasticidad depende de la dirección y velocidad de la carga. El colágeno (90% del tejido orgánico del hueso), determina la mayoría de las respuestas al estrés. Los cristales de hidroxiapatita de calcio constituyen el 8% del peso del hueso cortical, el cual debe interactuar con el colágeno no mineralizado, la suma de estos 2 compuestas le aportan al hueso la rigidez que necesita pero a la vez le proporciona elasticidad para poder soportar los diferentes mecanismos de estrés a los que se enfrenta todos los días.

Las fracturas por estrés se producen en un hueso de resistencia elástica normal como resultado de una excesiva actividad muscular realizada de manera repetitiva ( fracturas por fatiga), frecuente en deportistas, con localizaciones en la tibia para corredores, y metatarsianos para reclutas militares; fuerzas relativamente normales sobre un hueso debilitado( fracturas por insuficiencia), frecuentemente halladas en pacientes con osteoporosis; de manera que se produce inflamación en la médula ósea, pero no por una rotura franca de la corteza.

Estadísticamente, las mujeres son más proclives que los hombres a sufrirlas, este tipo de fractura se ha incrementado, sobre todo en la tercera edad. El retardo en el diagnóstico o el error que se produce con frecuencia, al confundirla con una enfermedad tumoral ósea, forman parte de los principales problemas a los que debemos enfrentar los médicos.

El aumento de actividad muscular hace que el hueso responda con un proceso de remodelación e hipertrofia, pero hay una etapa transitoria de reabsorción ósea en la que el hueso es relativamente débil, se vuelve vulnerable a este tipo de fracturas debido al desequilibrio existente entre la resistencia ósea disminuida, y el aumento de la fuerza y tono muscular.

Stanitsky y cols. (AJSM 6: 391-6) sostuvieron que la acción muscular repetitiva y rítmica predisponía a la falla ósea. En una situación de alta demanda en la cual no había tiempo suficiente para la reparación normal del hueso, estas reiteradas fuerzas musculares provocadas suficientes traumas submáximos no resueltos como para causar una fractura por estrés.

Li y cols. (AJSM, 113: 285-294, 1985) mostraron que la respuesta osteoelástica inicial al estrés puede superar la formación de hueso nuevo. El nuevo régimen de sobrecarga puede tardar más de 2 semanas antes que el hueso responda con aumento en la mineralización y resistencia. Este hallazgo de investigación en un modelo animal, fue clínicamente comprobado en estudios con reclutas militares que modificaron su entrenamiento en la tercera semana crítica y presentaron una frecuencia un tercio menor de fracturas por estrés en miembros inferiores que el grupo control que no realizó modificaciones en la tercera semana

RESEÑA HISTORICA:

Las fracturas de estrés fueron descritas originalmente en 1855 por un médico militar prusiano llamado Briethaupt. Éste describió las señales clínicas, los síntomas y la historia natural de las fracturas por estrés de metatarsianos en soldados, comúnmente conocidas como fracturas de caminante o “Deutschlander’s fracture”, los cuales presentaban dolores persistentes en los pies, que empeoraban con la marcha prolongada del entrenamiento militar.

En 1958, fue la primera descripción de fracturas por stress en atletas, hecha por Devas, que basó sus estudios en exámenes radiológicos, haciendo la correlación del lugar del dolor con las alteraciones radiológicas de los atletas.

FACTORES DE RIESGO:

  1. Deportes de alta competición
  2. Uso de calzado inadecuado para la actividad física a realizar
  3. Práctica de un deporte sobre un terreno duro
  4. Reciente incorporación a la actividad física
  5. Obesidad
  6. Juanete
  7. Amenorrea en la anorexia nerviosa
  8. Práctica de otros deportes además de atletismo.
  9. El estrés y la fatiga, el sueño y el descanso.
  10. La constitución morfológica y antropométrica.
  11. El calentamiento previo al entrenamiento y a la competición.
  12. La alimentación.
  13. La especialidad practicada.
  14. Osteoporosis, Hiperparatiroidismo, Raquitismo, Osteomalacia.
  15. Osteogénesis imperfecta, Neoplasias benignas, Neoplasias malignas
  16. Infecciones y Metástasis.

SÍNTOMAS:

Dolor insidioso relacionado con la actividad que cede con el reposo del miembro afectado.

Con la actividad continua y la consecuente afectación ósea, el dolor usualmente se vuelve constante. Los síntomas a menudo se presentan por dos a tres semanas pero pueden evolucionar desde veinticuatro horas hasta cinco semanas o aún más.

Si las fracturas por estrés se localizan en metatarso o peroné distal y el deportista es principiantes, frecuentemente son bilaterales.

Cabe destacar la importancia en la deportista que presenta amenorrea es la “Tríada de la atleta”, en la cual se agrupan tres tipos de trastornos: trastornos de la alimentación, de la menstruación (hormonales) y del sistema óseo, si bien es un hecho reversible, presenta pérdida de la densidad mineral ósea y las hace propensa a fracturas de cadera, compresión vertebral, hecho frecuentemente hallado en la mujer anciana.

DEPORTES RELACIONADOS Y LOCALIZACIÓN DE LESIONES:

  1. volleyball : Tibia, metatarso y cúbito
  2. danza: metatarso
  3. maratonistas: Tibia, metatarso y pelvis
  4. baseball: primera costilla
  5. básquet : primera costilla
  6. softball : cúbito
  7. golf: costillas inferiores

Las fracturas más comunes se localizan en:

1- TIBIA. La mayoría de las fracturas por estrés ocurren en el tercio distal de la tibia y  suelen responder bien al descanso de la actividad entre 4 y 8 semanas. Sin embargo, en algunos casos, si no se detiene el entrenamiento a tiempo, estas fracturas se pueden transformar en fracturas transversas agudas.

2- MALEOLO INTERNO Y METATARSOS. Las fracturas por estrés más típicas en estas zonas suelen ocurrir en corredores de larga distancia.

3- 5º METATARSIANO. Esta lesión ocurre principalmente en saltadores o deportistas que constantemente están cayendo en el mismo pie de los asaltos.

Entrenamiento posterior a una lesión de Isquiotibiales en atletas

Entrenamiento posterior a una lesión de Isquiotibiales en atletas

La recurrencia de lesión en los músculos isquiotibiales en el año siguiente a una lesión de los mismos es de 12 al 31%. Esto ocurre debido a que el deportista reiniciar su actividad deportiva sin tener en cuenta la reducción de la fuerza de tensión, la reducción de la fuerza muscular de los tejidos adyacentes y la reducción de la flexibilidad de la unidad músculo-tendinosa.

Los estiramientos por si solos no son suficientes para promover una rehabilitación completa, lo que resulta en una tasa de recurrencia de hasta el 54.5% dentro de las dos semanas de la vuelta a la práctica deportiva.

Los ejercicios específicos del deporte han mostrado ser una forma efectiva de promover la rehabilitación.

Los isquiotibiales se encuentran entre los músculos de las extremidades inferiores que más comúnmente sufren una lesión, siendo los desgarros la lesión más prevalente en deportes tales como el fútbol y el atletismo de pista y campo. Las lesiones de  isquiotibiales representan el 12-16% de las lesiones en el fútbol, el 11% en jugadores de criquet y el 24% entre velocistas y saltadores de nivel universitario.

Las altas tasas de recurrencia reportadas en relación con las lesiones de los isquiotibiales pueden reducirse mediante una reintroducción progresiva a las actividades que prepararán al atleta completamente para las demandas del deporte. Para una completa rehabilitación se debería permitir que haya un tiempo suficiente entre las diferentes etapas del tratamiento. Estas etapas incluyen la movilización y el estiramiento, para evitar la pérdida de extensibilidad, mejorar el rango de movimiento (ROM), ayudar a reducir la formación de tejido cicatrizado, evitar la atrofia y mejorar la fuerza  y el entrenamiento de la fuerza ya condicionamiento específico del deporte para preparar adecuadamente para su vuelta al deporte.

Causa de lesiones

La literatura sugiere que los isquiotibiales sufren dos tipos distenciones, uno que se produce durante la realización de carreras de esprint máximo y el otro que se produce durante la realización de estiramientos en rangos de movimientos extremos.  Entre las causas de distenciones de isquiotibiales se incluyen los problemas en la postura de la columna lumbar , las lesiones previas, la falta de flexibilidad, la realización de un calentamiento inapropiado, la fatiga, desbalances en la fuerza muscular entre los cuádriceps y los isquiotibiales y una inadecuada coordinación.

Las distenciones de isquiotibiales también se han asociado con la carga excéntrica, tal como la que debe soportarse durante una rápida desaceleración. Estas se producen más comúnmente en la porción larga del bíceps femoral, en la porción más próxima a la unión músculo-tendinosa.

Estas lesiones se han reportado en velocistas, cuando estos alcanzan la velocidad máxima o submáxima y durante acciones musculares excéntricas potentes. Las distenciones y desgarros se producen más comúnmente durante dos fases del ciclo de la carrera; en el momento en que se lleva la pierna hacia delante y durante el despegue del pie de apoyo ya que en esta fase los isquiotibiales desaceleran la flexión de la cadera y la extensión de la rodilla, lo que resulta en una gran carga excéntrica.

También se ha hallado que si bien los velocistas sufren lesiones más frecuentemente durante la carrera, en la danza las lesiones se producen más frecuentemente durante la realización de estiramientos lentos. En actividades tales como la danza, la mayoría de las lesiones isquiotibiales se producen durante los estiramientos (flexión de cadera con extensión de rodilla), lo cual resulta en una carga excéntrica con la inserción proximal del músculo semimembranoso como sitio de lesión.

Rehabilitación física

No existe un consenso acerca de cómo tratar en forma efectiva las lesiones de los isquiotibiales, se recomienda seguir un enfoque multidisciplinario. El tratamiento y la rehabilitación deberían ajustarse a la severidad de la lesión y al proceso de curación. El tiempo de rehabilitación varía dependiendo de la severidad de la lesión, con una duración promedio de 16 semanas, pero con un rango de 6-50 semanas.

La utilización de imágenes de resonancia magnética ha permitido determinar que las lesiones que sufren los bailarines tardan en promedio 50 semanas en volver al estatus previo a la lesión.

Restauración de rangos de movimiento

La cicatrización del tejido blando se caracteriza por la formación de tejido conectivo que es más corto y menos elástico que la estructura original, lo cual deriva en una reducción de la flexibilidad y en una pérdida de la función.

En los músculos, el desarrollo de tejido cicatrizado deriva en la restricción de la contracción y en el incremento del riesgo de ruptura lo que a su vez puede derivar en una reducción de la elasticidad del ciclo de estiramiento-acortamiento dada la limitación en el alargamiento de las fibras y todo esto incrementa el riesgo de recurrencia de la lesión. Para recuperar esta pérdida de flexibilidad y evitar una lesión e inflamación, es esencial realizar, en forma concurrente, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento en los que el sujeto no sienta dolor, comenzando con ejercicios isométricos y progresando a ejercicios dinámicos.

Durante la fase de remodelación de la rehabilitación, el estiramiento de los músculos determina las líneas de estrés a lo largo de las cuales se orientarán las fibras de colágeno. Si no se lleva a cabo este procedimiento, no se recuperará apropiadamente la fuerza de tensión y esto derivará en una prolongación del dolor, en la limitación de la función y en el incremento de la susceptibilidad del tejido a una nueva lesión.

El estiramiento de los músculos isquiotibiales ha mostrado incrementar el ROM en la articulación de la cadera, siendo la técnica más adecuada para esto los estiramientos estáticos llevados a cabo 3-5 veces por semana, realizando 4 repeticiones de 30-45 segundos. Sin embargo, cuando se intenta restaurar el rango de movimiento en un atleta lesionado, la investigación ha demostrado que el estiramiento regular (4 repeticiones de 30s, 3-4 veces por día, a partir de las 48 horas posteriores a la lesión) reduce el tiempo necesario para restaurar el ROM, en comparación con el estiramiento llevado a cabo una vez por día (5.7 vs 7.3 días).  El estiramiento  ha mostrado ser un potente estimulante de la síntesis proteica y del crecimiento muscular  por lo tanto este tipo de ejercicios debe continuarse realizando conjuntamente con los ejercicios de fortalecimiento.

Para una completa rehabilitación de los isquiotibiales, es esencial la incorporación de ejercicios pliométricos excéntricos y de ejercicios específicos del deporte en el momento apropiado los cuales tienen que ser dosificados y supervisados por un profesional.

Si tienes una lesión en el área de Isquiotibiales no dudes en venir a valorarte y rehabilitarte con nosotros.

Atte.

Olympia Medicina Integral del Deporte.

Ejercicio y Menopausia

Ejercicio y Menopausia

Las mujeres viven aproximadamente un tercio de su vida después de la menopausia, de tal manera que el impacto psicológico y físico que ocurre durante la menopausia en una mujer es significativo.

La perimenopausia es definida como el acortamiento de los ciclos menstruales, sangrado irregular y síntomas vasomotores (bochornos, palpitaciones, mareos, fatiga entre otros).

La menopausia es el periodo posterior a que la ultima menstruación ha ocurrido, algunos autores mencionan que el periodo de la postmenopausia comprende todo el año siguiente a la ultima menstruación.

En la peri y la post menopausia existe un aumento de los riesgos en la salud sobre todo cuando hablamos de problemas cardiovasculares y osteoporosis.

Los síntomas mas clásicos que podemos encontrar son de tipo físico: Bochornos, aumento de peso, palpitaciones, mareo, dolores articulares y musculares e incontinencia urinaria. Psicológicamente tenemos: cambios en el estad de animo y humor, depresión, fatiga, insomnio, irritabilidad, sensación de perdida de su feminidad.

Salud Ósea.

La osteoporosis afecta a una de cada 2 mujeres en un punto de sus vidas. 50,000 muertes al año pueden estar relacionados de una u otra manera con osteoporosis. Arriba de $ 10 billones de dólares son gastados al año en costos relacionados con la mala salud de los huesos. La osteoporosis es definida como la perdida de masa ósea por debajo del umbral critico que resulta en un aumento del riesgo de fracturas. La genética, alimentación, ejercicio y el fumar tienen por si mismos efectos significantes en la salud del hueso. La osteoporosis puede ocurrir como resultado de una inadecuada formación de hueso o perdida prematura del mismo. La supresión de estrógenos y progesterona durante la menopausia influye en la salud ósea, sobre todo en los 10 primeros años después de la menopausia por lo que en este periodo el riesgo de osteoporosis y/o fracturas es elevado.

Algunos factores que predisponen a la osteoporosis son los siguientes: genero femenino, asiática, tener algún familiar con alguna fractura por osteoporosis, media menos de 1.70 mts de estatura, pesar menos de 57.6 kg, padecer de anorexia nervosa, padecimientos de la tiroides o paratiroides, VIH, esclerosis múltiple, falla renal, bajo consumo de calcio, uso prolongado de cortisona, sedentarismo, tabaquismo, ingesta excesiva de cafeína y alcohol entre tantos.

El consumo de calcio es asociado con el crecimiento, mantenimiento y perdida de los minerales óseos.  Es importante mencionar que a partir de la pubertad, el consumo de calcio no suple de ninguna manera a los estrógenos en las mujeres. Es por tal motivo que después de la  menopausia existe una perdida acelerada de la densidad ósea.

La combinación del ejercicio, entrenamiento de resistencia, consumo de calcio (1200 mg/día) y terapia de sustitución estrogénica han demostrado un afecto aditivo en cuanto a la prevención de la osteoporosis.

Beneficios del ejercicio en la menopausia.

Efectos del entrenamiento de resistencia: Aumenta la velocidad de caminata, mejora el perfil de lípidos, composición corporal, masa ósea, consumo máximo de oxigeno de un 8 hasta un 21%. Disminuye el envejecimiento y la declinación de la perdida de la capacidades aeróbicas. Para tener estos beneficios es importante practicar el ejercicio al menos 30 minutos al día por al menos 4 veces a la semana.

Efectos del entrenamiento de fuerza: aumento de la masa muscular, disminución de la grasa corporal, mantenimiento de la masa ósea, el tiempo mínimo es de 2 a 3 veces por semana y los resultados aparecen después de 12 a 16 semanas practicando esto a un 60-80% de la 1 repetición máxima (1RM).

Todo lo anterior es una guía general lo cual de ninguna manera suple el consultar con el médico ya que cada paciente debe de tener un programa individualizado.

Dr. Wajid Burad