El entrenamiento genera un desequilibrio químico que debe ser compensado por nuestro organismo. Las hormonas desempeñarán un importante papel dentro del metabolismo energético, ayudarán a mantener el equilibrio interno y tendrán un actividad intensa en la biosíntesis de proteinas y masa muscular.
Testosterona
La testosterona, hormona sexual de primer orden es la encargada de aportar los caracteres sexuales masculinos. Es sintetizada a partir del Colesterol. El 97% de la testosterona viaja por la sangre unida a proteínas. En la próstata y en otros tejidos especializados la testosterona se convierte en su variedad fisiológicamente activa llamada dihidrotestosterona.
La Testosterona un papel fundamental como agente de metabolización Proteica. Es la responsable del crecimiento muscular y de la recuperación plástica post – entrenamiento. Cuando realizamos un entrenamiento con sobrecarga, estamos buscando fundamentalmente resultados sobre nuestra masa muscular. Estos efectos serán notorios si nos aseguramos que la concentración de la testosterona en sangre sea la adecuada.
Diversos estudios han demostrado que los ejercicios intensos aumentan la concentración plasmática de testosterona.
Estos ejercicios debe ser poliarticular y en preferencia dinámico.
En teoría esto es lo que ocurre al entrenar: durante los primeros minutos después de iniciado un entrenamiento de características intensas, nuestra concentración sanguínea de testosterona comienza a crecer hasta alcanzar un pico máximo entre los 30 y 40 minutos de comenzado el trabajo, luego la misma comienza a descender hasta alcanzar valores desfavorables para el entrenamiento después de 90 min.
En conclusión. Los entrenamientos con sobrecarga son inútiles si se extienden más allá de 90 minutos, los entrenamientos deben ser cortos e intensos, La fatiga nerviosa juega otro punto a favor de este planteo, resulta muy difícil mantener una intensidad considerable mas allá de 90 min.
En el alto nivel deportivo el trabajo diario que es necesario realizar excede normalmente los 90 min. Luego de realizada la primera sesión, un descanso de 1 hora aproximadamente recompondrá los valores de concentración sanguínea de testosterona y nuevamente estaríamos en condiciones de realizar una nueva sesión de entrenamiento.
En resumen el primer ejercicio del plan, debe ser dinámico e integrador, para que active la mayor cantidad posible de unidades motoras y propicie el aumento de la concentración hormonal. El segundo y tercer ejercicio serán aquellos que consideramos fundamentales para esta sesión de entrenamiento.
Los niveles mas altos de testosterona se alcanzan por la mañana, por lo que se recomiendan los entrenamientos matinales para el desarrollo de la fuerza y la potencia.
Duerman bien, entrenen por la mañana, acompañados de un buen programa de nutrición para mejores resultados.
Atte.
Olympia Medicina Integral del Deporte