La proloterapia, también conocida como terapia regenerativa, ha sido una alternativa de tratamiento no quirúrgico para afecciones musculoesqueléticas crónicas. El dolor musculoesquelético crónico puede afectar significativamente la calidad de vida de un paciente. Previamente solo se consideraba la cirugía como opción de tratamiento para pacientes con dolor persistente. Sin embargo, la cirugía conlleva más riesgos, costos y un período de recuperación prolongado.
La proloterapia implica la inyección de una solución irritante, que generalmente consiste en dextrosa, en los ligamentos, tendones o articulaciones afectados. La solución estimula una respuesta inflamatoria en los tejidos dañados que conduce a un aumento de factores de crecimiento y citocinas. Estas sustancias estimulan la proliferación celular, la síntesis de colágeno y la formación de vasos sanguíneos, facilitando la reparación y el fortalecimiento de los tejidos lesionados.
Al estimular la reparación de tejidos, la proloterapia tiene como objetivo reducir el dolor y mejorar la estabilidad y movilidad de las articulaciones. Mejorando la calidad de vida del paciente.
Algunas indicaciones para la proloterapia son:
- Lesiones de ligamentos y tendones
- Inestabilidad articular
- Osteoartritis
- Dolor lumbar crónico
- Lesiones del manguito rotador
- Codo de tenista
- Fascitis plantar
También es importante mencionar que la proloterapia solo requiere anestesia local y de forma general no es dolorosa. Se reporta una mejoría significativa de hasta arriba del 85%% en la mayoría de los pacientes.
La proloterapia ofrece una opción de tratamiento no invasivo para los pacientes que desean evitar la cirugía o que no pueden ser operados por alguna afección médica.
Después del procedimiento se requiere un tiempo de reposo mínimo.
Sin embargo, se deben considerar las características individuales del paciente antes de indicar esta terapia y siempre se debe indicar y realizar por un médico especializado en estos tratamientos.