Sobreentrenamiento

Sobreentrenamiento

El síndrome de sobreentrenamiento se caracteriza por una alteración física y fisiológica, la cual causa una disminución persistente del rendimiento y de la calidad de vida del deportista. Regularmente a causa de entrenamientos y actividad física excesiva con pocos períodos de descanso.

Este síndrome aparece mayormente en atletas olímpicos, sin embargo, se estima que al menos el 50-60% de atletas lo presentan alguna vez en su vida. Los factores predisponentes incluyen: enfermedades crónicas o infecciosas, cambios en hábitos dietéticos, cambios en el horario del ciclo circadiano, o cambios en el ambiente del deportista (personales, laborales, o de residencia).

Los síntomas que principalmente se llegan a presentar son irritabilidad, dolor muscular, fatiga, perdida del apetito, alteraciones gastrointestinales, disminución de rendimiento y perdida de peso.
A su vez se presentan signos como cambios en la frecuencia cardíaca y respiratoria, y cambios bioquímicos como aumento del cortisol, aumento de la proteína C-reactiva, disminución de la hemoglobina, y déficit de minerales.
De manera psicológica existe una fatiga mental acompañada de disminución de la concentración, inestabilidad emocional, cuadros de depresión, y desinterés.

El sobreentrenamiento se considera leve si el período que ocurre durante lapsos de entrenamiento prolongados que sobrepasan la capacidad del atleta, moderado cuando el deportista comienza a presentar más síntomas y fatiga la cual requiere un tiempo de recuperación mayor y severo si la fatiga es persistente y excesiva.

Es importante el conocimiento de este síndrome para un diagnóstico correcto y un tratamiento oportuno ya que existen enfermedades con un cuadro clínico similar tal como enfermedades infecciosas, anemia, alteraciones de la tiroides y cardíacas.

Su tratamiento es multidisciplinario y se comienza con la suspensión de entrenamientos. Se debe realizar una exploración física para descartar lesiones musculo esqueléticas y análisis clínicos para verificar la existencia de cambios bioquímicos y dar tratamiento especifico. Es necesario la intervención de un equipo multidisciplinario encabezado por un médico del deporte y conformado por nutriólogos para un control alimenticio y de peso corporal, al igual que psicólogos para tratar los estados de ánimo y estado mental del deportista sin excluir a otros especialistas dependiendo de cada caso.