El cuerpo humano es una máquina extraordinaria. En la mayoría de los casos puede consumir casi una tonelada de comida, alrededor de un millón de calorías en un año, y no variar su peso ni en un gramo. Las personas aprovechamos y gastamos energía constantemente gracias a un intrincado sistema metabólico que nos ayuda a mantener el equilibrio energético. Para poder mantener un peso determinado, la energía que tomamos debe ser igual a la que gastamos. Sin embargo, en ocasiones, la ecuación del equilibrio energético se desequilibra, y el peso normal aumenta o disminuye.

El concepto de imagen corporal se refiere a la imagen mental que todos tenemos de nuestra propia apariencia física, y puede estar influenciada por diversos factores, como el peso y la forma en que éste está distribuido. Al parecer, el peso es una  de las principales preocupaciones en el mundo actual. Las investigaciones revelan que un 40% de los hombres y un 55% de las mujeres no están satisfechos con su peso actual. En institutos e incluso en escuelas primarias se han obtenido resultados parecidos, sobre todo en lo que se refiere a estudiantes de sexo femenino, y en algunas investigaciones se ha concluido que un 85% de los estudiantes (tanto hombres como mujeres) de primer año de carrera debería cambias su peso. Una de las razones que explican esta preocupación es el valor que la sociedad en general da a la apariencia física. Muchos ven el sobrepeso como un obstáculo para la vida personal y profesional, y hasta se ha acuñado el término fattism (palabra despectiva que significa “gordura”), que  refleja los perjuicios de la sociedad con respecto a la obesidad. La delgadez es un atributo habitualmente muy deseado por las mujeres. Los hombres, por lo general, quieren músculos, algo que también esta cobrando popularidad entre las mujeres. La mayoría de las personas que están descontentas con su físico creen que tienen que perder peso; algunos estudios muestran que aproximadamente del 35 al 40% de las mujeres adultas y del 20ª 25% de los hombres adultos están siempre intentando perder peso.

Casi el 60% de las mujeres y el 50% de los hombres tienen sobrepeso. El sobrepeso influye en la salud y el rendimiento físico. El exceso de peso, especialmente en forma de grasa corporal, se ha asociado a una gran variedad de problemas de salud. La obesidad es actualmente una de las mayores preocupaciones médicas de las poblaciones industrializadas. Para algunos deportistas el hecho de tener un pequeño sobrepeso perjudica su rendimiento, porque necesitan gastar más energía para mover la masa corporal extra. Por otra parte, el aumento de peso corporal puede suponer una ventaja para otros deportistas, siempre que la composición de este peso sea la correcta.

En el otro extremo, tenemos las pérdidas de peso que causan delgadez extrema y que también afectan a la salud y al rendimiento físico. La anorexia nerviosa y la bulimia son dos trastornos graves, relacionados con una preocupación obsesiva por el peso. Aunque en algunos deportes la pérdida de un exceso de grasa corporal mejora el rendimiento, en general  las pérdidas de peso excesivas pueden tener un impacto negativo sobre el rendimiento.

Si bien la composición corporal de un individuo está determinada genéticamente, no es menos cierto que está sujeta a la constante de factores ambientales diversos (hábitos dietéticos, culturales, e incluso estéticos). También es imperativo establecer los cambios que ocurren en los diferentes compartimientos corporales en las distintas facetas de la relación salud-enfermedad y a lo largo del tiempo.
Actualmente es posible reconstruir un sujeto a partir de componentes organizados jerárquicamente por niveles de complejidad creciente: atómico, molecular, celular e hístico.

El término de composición corporal denota un sistema de teorías y modelos físicos, matemáticos y estadísticos, expresiones de cálculo, y métodos analíticos orientados a comprender cómo está constituido el ser humano, y cómo interactúan entre sí los distintos elementos o compartimientos componentes a lo largo del ciclo biológico del ser humano, y en cada una de las facetas del proceso salud-enfermedad.

No puede entenderse al ser humano como la suma estática de elementos constituyentes o compartimientos corporales. La composición corporal de un ser humano tampoco puede asumirse como una propiedad prefijada de antemano, e invariable en sus propiedades a lo largo del tiempo.