Los deportistas de alto rendimiento tienen una dedicación, entrenamiento, y exigencia demasiado alta. Esto porque sus regímenes de entrenamiento son intensos y largos, al igual que existe una gran competencia entre atletas. Este nivel de ejercicio específicamente pone mucho estrés en el sistema cardiovascular, por lo que un cuidado y una revisión personalizada del corazón es esencial para los atletas de alto rendimiento.

Hacer ejercicio riguroso constantemente causa adaptaciones cardiovasculares importantes, incluyendo cambios en el corazón. Los atletas de alto rendimiento tienden a presentar lo que se conoce como ¨Corazón de atleta¨, que se caracteriza por un mayor tamaño del corazón, principalmente aumento del tamaño del ventrículo izquierdo (hipertrofia ventricular) y del grosor de las paredes cardiacas. También presentan una frecuencia cardíaca baja en reposo, lo que mejora el gasto cardíaco y el suministro de oxígeno a los músculos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, así como hay beneficios para el rendimiento deportivo, también hay riesgos de problemas cardíacos, como la muerte súbita cardiaca.

¿Cuál es la importancia de la evaluación previa a una competencia?

Es recomendable que los atletas de alto rendimiento se sometan a exámenes exhaustivos antes de alguna competencia importante, o incluso antes de comenzar a practicar un nuevo deporte. Esto incluye una historia clínica completa, revisión médica, y exámenes físicos como una prueba de esfuerzo y electrocardiogramas (ECG). Los cuales ayudan a identificar irregularidades como síntomas relacionados con enfermedades cardiovasculares (palpitaciones, dolor torácico, o perdida del conocimiento), arritmias o anomalías estructurales que podrían poner en riesgo la salud o la vida durante la actividad física.

Los entrenadores deben trabajar en conjunto con un equipo médico especializado para llevar el control de los deportistas e iniciar con una actividad física gradual, un sobreentrenamiento podría afectar la salud cardiovascular, tal como aumentos en la frecuencia e intensidad de los entrenamientos sin previa preparación. Un entrenamiento gradual que permita el descanso y la recuperación adecuada ayuda a la prevención de problemas cardiovasculares.

También es importante recordar que las necesidades de entrenamiento son únicas en cada persona, al igual que los requerimientos fisiológicos durante el ejercicio, por lo que se necesita un cuidado personalizado y pruebas periódicas para garantizar la prevención o tratamiento oportuno de cualquier evento.

Las necesidades individuales incluyen los factores de riesgo, requerimientos nutricionales, y el manejo del estrés. Una buena alimentación favorece a la salud en general y el estrés emocional pudiera influir en la salud del corazón, por lo que estos pilares también deben tomarse en cuenta en las evaluaciones deportivas. 

La excelencia deportiva requiere compromiso y entrenamientos continuos, pero no se debe pasar por alto que de igual manera requiere exámenes exhaustivos y cuidados por su influencia en la salud cardiovascular. Se debe brindar un manejo integral para garantizar y optimizar el cuidado del corazón de los deportistas, incluyendo pruebas de detección antes de comenzar actividad física o antes de una competencia, y un plan de entrenamiento completo. Estos elementos pueden ayudar a lograr un rendimiento deportivo óptimo y salvaguarda la salud de los deportistas.